Taller Cantos Litúrgicos de las misas: 28. Los Cantos 9: Interleccionales 3: Aleluya

Aleluya significa “Alaben a Yahvé”, es un canto de alabanza y en la historia del cristianismo ha sido una aclamación pascual: ¡Alaben a Yahvé porque Jesucristo ha resucitado. 

Prepara a la escucha de la Palabra de Jesucristo y acompaña, en las misas festivas, la procesión del diácono o sacerdote que lo proclamará.

Esta aclamación constituye por sí misma un rito  con el cual la asamblea de los fieles acoge y saluda al Señor, quien le hablará en el Evangelio. Esta se compone de:

1- El Aleluya, que debe ser cantado por todos estando de pie.

2- Un versículo, tomado generalmente del Evangelio que va a ser proclamado, y el que debería también ser cantado por el salmista.

En el tiempo de Cuaresma, no se canta el  Aleluya sino el Honor y Gloria a Ti Señor Jesús.

En las normas del Misal dice que de no cantarse, es mejor eliminarlo. El leccionario contiene, para cada Evangelio, un versículo propio que puede ser leído o cantado entre los Aleluya. Pero queda a disposición del coro la elección del Aleluya, tomando en cuenta que el uso de tonos fuertes es recomendado para darle tal carácter.

Criterios

 Depende del tiempo litúrgico hay momentos en los que no se canta.

 Recordemos que en Cuaresma no se canta el Aleluya, se sustituye por otro canto breve de aclamación al Evangelio, pero que no contenga la palabra “aleluya”.

 Se vuelve a cantar solamente en la Pascua, para anunciar la resurrección de Cristo.

 Se cantará justo al terminar la segunda lectura, si es Domingo, o después del Salmo responsorial si es misa entre semana.

  Debe ser cantado por toda la asamblea.

 Debe ser festivo (sin descuidar su carácter solemne), y debe invitar a todos, sin excepción, a entonarlo con alegría.

 Se canta completo: Aleluya y antífona. Si no se canta, puede omitirse. Ordenación General del Misal Romano. No es necesario, pero es bueno para ocasiones especiales.