Nueva años después de
su muerte, el papa Juan Pablo II, nacido en Polonia, volvió a reunir a
miles de sus compatriotas, esta vez por su canonización como santo en el
Vaticano. Multitudes que cargaban banderas con los colores amarillo y
blanco y sillas portátiles acudieron el domingo a observar la ceremonia
en pantallas gigantes dispuestas en el nuevo santuario Juan Pablo II en
Cracovia, donde se congregaron tantos peregrinos como en el vecino
recinto de la Misericordia de Dios, en la misma ciudad.
“Miles de turistas también se sumaron al fervor polaco congregándose en las calles de Cracovia”
En el pueblo natal de Juan Pablo,
Wadowice, las multitudes llenaron la espaciosa basílica y ocuparon
espacios de la plaza Juan Pablo II. En una ceremonia única en la que
participaron cuatro papas. Juan Pablo II y Juan XXIII fueron declarados
santos por el papa Francisco, ayudado por el pontífice emérito Benedicto
XVI.
Miles de turistas también se
sumaron al fervor polaco congregándose en las estrechas calles del
centro de Cracovia, donde Karol Wojtyla sirvió como sacerdote y obispo
por más de 30 años antes de ser elegido papa y tomar el nombre de Juan
Pablo II. Sorpresivamente, el líder de la iglesia católica de un país
gobernado por comunistas anti-iglesia.
Una muchedumbre se congregó para
ver un espectáculo multimedia proyectado en la pared del Palacio de los
Obispos de Cracovia, donde Wojtyla residió en los 60 y 70. Las
proyecciones recordaron sus diálogos de broma con miles de personas
congregadas en la calle, mientras él estaba parado junto a una ventana,
conocida ahora como "la ventana papal". Pantallas gigantes fueron
colocadas en diversas ciudades polacas para que la gente pudiese ver en
directo la canonización del domingo en el Vaticano, en una ceremonia sin
precedentes en la que el papa Francisco, ayudado por el papa retirado
Benedicto XVI, declaró santos a dos pontífices del siglo XX: Juan Pablo
II y Juan XXII.
También llegaban peregrinos a la
natal Watowice, en el sur del país, decorado con banderas nacionales y
los colores papales --amarillo y blanco-- y con el retrato del venerado
pontífice en algunas ventanas. Dos escenarios fueron instalados en la
plaza frente a la casa donde Wojtyla nació el 18 de mayo de 1920, y
frente a la vecina basílica, donde fue bautizado. Hoy habrá conciertos
en agradecimiento por la canonización de uno de los polacos más célebres
en la historia. Juan Pablo sigue siendo especial para sus compatriotas
por haber inspirado la caída del comunismo en Polonia, por su respaldo
al movimiento Solidaridad que logró eso pacíficamente en 1989 y por sus
enseñanzas centradas en derechos humanos y dignidad. Su contribución a
la caída de la Cortina de Hierro en Europa es apreciada aún por aquellos
en el poder aquel entonces.
El canciller federal alemán en
aquellos días, Helmut Kohl, dijo en una carta abierta publicada el
sábado que el papa "tuvo un papel muy considerable en la caída del Muro
de Berlín y en hacer posible el fin pacífico de la división de Alemania y
de Europa".
"Es un gran evento para nosotros
los polacos, porque nuestro compatriota va a ser honrado ante todo el
mundo", dijo Jadwiga Grzelak, que viajó cinco horas con un grupo e
feligreses desde Lutotow, en el centro de Polonia.
Con información de AP
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