Señor háblame claro que tu sierva es bruta


“Señor háblame claro que tu sierva es bruta” mucha gente se ríe, hasta en medio de mis prédicas, se sorprenden cuando digo estas palabras pero vamos a ver el profundo sentido que las mismas tienen en mi vida.

Uno de mis temores más grandes es no cumplir con la voluntad de Dios en mi vida, por eso siempre en mis oraciones le pido que me muestre el camino a seguir, que me diga qué hacer y qué es lo que desea que yo haga.

A veces tendemos a confundirnos entre la voluntad de Dios y la propia, es por esto que le pido al Señor que haga su voluntad y no la mía en mi vida y que me de la fortaleza para aceptarla, acatarla y cumplirla. Pero… cómo saber cuál es la voluntad de Dios?...

Siempre medito entre lo que son mis deseos y le pido al Señor que me ayude a cumplirlos en la medida de su santa voluntad, que no permita que mis deseos me dejen ver lo que Dios tiene para mí. Le pido siempre que me deje ver con claridad la misión a la cual me trajo al mundo.

Wao!!! Mientras escribía este artículo una hermana de comunidad muy querida llamada Cindy Olivares me escribió en la BB lo siguiente: “Señor, ayúdanos a diferenciar los sonidos de tus llamadas, que respondamos a sus códigos con inteligencia”.

Ésta es la súplica que debemos manifestar, pedirle al Señor que nos aclare su voz, que nos permita entender sus propósitos. No entenderlo a Él porque nuestra capacidad humana no es suficiente para entenderlo, pero sí pedir el don de discernimiento para saber distinguir qué viene de él y qué no; saber cuál es su voluntad y nuestra misión en esta vida pasajera, para así actuar conforme a sus designios.

Pidamos al Señor que nos permita identificar su voz para así escuchar con claridad lo que Él nos quiere decir. Que no haya ruidos que interrumpan mi conversación con Él.

Señor, permíteme entender tu santa voluntad para así poder cumplirla