San José… un padre ejemplar… el padre de Jesús... un poco olvidado

Ayer domingo 27 de diciembre celebramos el día de la Sagrada Familia. Es mucho lo que se habla y se escribe sobre el nacimiento de Jesús, la concepción de la Virgen y la visita de los pastores al pesebre.


En cientos de países se le rinde homenaje a las numerosas advocaciones de la virgen Santa, se le
declaran días feriados, se realizan celebraciones y ritos especiales a la virgen que todo respeto y honores merece por ser la madre del Salvador.


Mucho se escribe sobre la sagrada familia pero la historia del padre terrenal del Salvador, ese carpintero llamado José, prácticamente se echa a un lado. Creo que sebe darse un poco más de importancia a aquel que aceptó ser el padre de un hijo que no era suyo en una cultura machista como la de aquel entonces, porque si el Señor lo eligió para ser el padre de su hijo primogénito y amado aquí en la tierra es porque se ganó su favor.


Aunque fue por medio a la revelación de un ángel en sueños que recibió la noticia de que se trataba del hijo del Señor, José se ganó su santidad al aceptar la paternidad terrenal de Jesús, al ocultar ante el pueblo el embarazo de María, lo que le habría costado la vida a la virgen madre, al criar con amor y enseñar su oficio al pequeño Jesús como si fuese hijo suyo.


Poco se sabe de José. En la Biblia no se hace gran mención de él. Incluso en el clavario no estuvo, al parecer ya había muerto pero su papel de padre del Salvador del mundo lo llevó a ser santo y ser miembro de la Sagrada Familia.


José fue elegido como padre de Jesús desde muchos siglos antes de su existencia. Dice la palabra que el Salvador nacería de la raíz de Jesé, descendencia de David y así fue. Aunque José sólo fue el padre terrenal de Jesús, su destino estaba marcado, él sería el padre del Cordero Santo.


Su valor debe ser resaltado y tomado en cuenta. José fue un ejemplo de padre y de vida. No es fácil estar en la posición de José y María y aún así dijeron que sí a su llamado y por eso se ganaron y lugar muy especial en la morada santa de Dios.


Que en estos tiempos de navidad aprendamos de José a ser padres ejemplares y sobre todo a dejarnos guiar por el Espíritu Santo cumpliendo con nuestro llamado como hijos de Dios.